Cómo crear un entorno de trabajo colaborativo

Equipo de colaboradores

Favorecer que el contexto laboral se convierta en un entorno de trabajo colaborativo donde todos participan por igual en los proyectos, empoderándoles para ello, se convierte en una fórmula idónea para fidelizarlos y promover su desarrollo y aprendizaje continuo.

Según las investigaciones de M. Lombardo y Robert W. Eichinger, los humanos adquirimos un 70% de nuestro aprendizaje a través de la experiencia en nuestro lugar de trabajo, un 20% de la interacción con los demás y tan solo un 10% de la formación. Este modelo de aprendizaje, bautizado como 70-20-10, otorga un claro protagonismo a la práctica profesional, pero también reconoce el potencial de la creación de valor compartido como fórmula ya no solo de atraer al talento, sino también de fidelizarlo. Así, crear entornos colaborativos en los que todos los miembros del equipo se involucren en los proyectos desde el inicio, se les inste a proponer ideas y sean escuchados, a la vez que aprendan de la interacción y del debate con sus compañeros, superiores e incluso coaches externos, se convierte en una práctica idónea para que los empleados sientan el proyecto como propio y nunca dejen de adquirir nuevos conocimientos y habilidades, lo que al final se traduce en una mejor toma de decisiones y unos mejores resultados para el negocio.

Entorno de trabajo colaborativo: fuente de aprendizaje

El entorno colaborativo debe crearse tanto en el espacio físico donde transcurre la actividad empresarial (oficinas y despachos) como en el virtual, a través de aplicaciones y plataformas donde se promueva la comunicación y colaboración de todos los miembros del equipo, pese a la distancia que representa una plantilla dispersa geográficamente o ahora, teletrabajando en su mayoría o haciendo turnos en la oficina por necesidades obvias.

Toda esta infraestructura puesta al alcance de la plantilla, unida a una cultura corporativa que haga posible que este entorno colaborativo sea una realidad, dará como resultado que los empleados se familiaricen con prácticas como la negociación y el debate a la hora de dar con las mejores soluciones para cada reto, la priorización y calendarización de quehaceres, la delegación de tareas, la comunicación constante, la resolución de problemas o la anticipación de imprevistos. Un aprendizaje que en ocasiones puede parecer baladí pero que en realidad dota o refuerza unas habilidades clave en el contexto que nos ocupa.

Bien común para todos

El acelerador global de la transformación de empresas The BusinessTech Consultancy incidía a finales de 2019 en cinco aspectos clave para apostar por el talento colaborativo:

  • Aumento del conocimiento y es que “cuando el talento es compartido, es mucho más fácil cocrear y retener el conocimiento”.
  • Satisfacción de los profesionales: “Gracias a ese conocimiento, la autoestima del profesional aumenta y eso se traduce en un incremento de la proactividad, creatividad y motivación”.
  • Mayor sentimiento de pertenencia a la empresa, “a través de un ambiente laboral positivo, donde las relaciones interpersonales se vuelven más directas y empáticas”.
  • Mayor eficiencia, y es que “al aumentar la cantidad de profesionales que trabajan en un mismo proyecto, se distribuyen mejor los picos de trabajo y al mismo tiempo, los resultados se enriquecen”.
  • La colaboración, a la cual el acelerador la considera “un fin en sí mismo ya que es un bien común para todos los miembros que componen el equipo”.

Una vez claras las ventajas que le reporta a la productividad del equipo y, por consiguiente, también al negocio apostar por un entorno de trabajo colaborativo, cabe incidir en un aspecto más. Este no es otro que el tipo de liderazgo, aquel del que dependerá que los empleados se sientan empoderados. Para muchos superiores no es fácil delegar y tener confianza ciega en sus empleados, les cuesta desprenderse de su carácter controlador y ese es el primer eslabón que deben vencer para que todo fluya a la hora de crear esos entornos donde la suma del trabajo de todos es lo que realmente enriquece el proceso de toma de decisiones.

Dotarles de información, recursos y tiempo suficientes para reflexionar, debatir, experimentar, revisar, aprender y desarrollar soluciones también será fundamental, como lo es, una vez más, cuidar de la motivación y cohesión del equipo. La gestión de equipos no es una competencia que cualquier líder tenga incorporada de serie, pero sí es una competencia que puede entrenarse, siempre que exista la voluntad de trabajar en ello. Si es tu caso, puedes beneficiarte de la formación a medida que GrupoCEGOS ofrece bajo el nombre de #UP. Entre esa formación, destaca la de Gestión de equipos y colaboración.

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