Cómo fortalecer la cohesión del equipo en un mundo fragmentado

8 de julio de 2025

En un mundo cada vez más definido por el cambio constante y la incertidumbre sistémica, los managers se enfrentan a un desafío crucial: construir y mantener la cohesión del equipo en entornos híbridos y fragmentados.

Los vínculos naturales que antes se generaban en conversaciones informales o reuniones espontáneas han perdido fuerza. El trabajo a distancia, la evolución de las relaciones laborales y la fragmentación de las identidades colectivas han transformado la cohesión en una necesidad estratégica, más que un proceso orgánico.

Nuevas realidades en la cohesión de equipos

La estructura misma del trabajo ha cambiado. La hibridación —una mezcla de trabajo remoto y presencial— ha debilitado las interacciones espontáneas que solían generar confianza y pertenencia.

Además, en un contexto cada vez más diverso en términos generacionales, culturales y geográficos, el sentido de pertenencia ya no es automático. Debe construirse de forma intencionada a través de la inclusión, el reconocimiento y un significado compartido.

Al mismo tiempo, este nuevo mundo exige niveles inéditos de resiliencia colectiva. Los equipos deben navegar en un entorno de cambios constantes, incertidumbre y presiones muchas veces contradictorias. En este contexto, la cohesión no es un simple “extra”, sino un escudo frente al estrés, un facilitador de la colaboración y un motor del éxito compartido.

Cambio: convertir la incertidumbre en oportunidad

La cohesión de equipo: prioridad clave para los managers

Según el Barómetro Cegos 2025, un 42 % de los profesionales de RR. HH. identifican “garantizar la cohesión del equipo” como la prioridad número uno para los managers, muy por delante de otras funciones de liderazgo. A pesar de ello, muchas organizaciones siguen subestimando la importancia de desarrollar activamente esta cohesión.

El nuevo rol del manager en la cohesión de equipos

Liderar un equipo ya no consiste solo en supervisar tareas o controlar resultados. Los managers también son responsables de construir cohesión. Esto exige mucho más que supervisión operativa: requiere inteligencia emocional, capacidad de mediación y habilidad para generar relaciones significativas en equipos dispersos y diversos.

Tres pilares para fomentar la cohesión en entornos híbridos:

1. Definir un rumbo claro y compartido

Un equipo cohesionado se basa en un propósito común. Cuando las personas saben por qué están juntas y qué objetivo persiguen, es más fácil crear vínculos. Alinear la misión del equipo con los desafíos estratégicos y los objetivos operativos de la organización permite a los managers construir una narrativa coherente y sostenida.

En un mundo fragmentado, este propósito compartido es el pegamento que mantiene unido al equipo. Sin él, se corre el riesgo de caer en silos, con personas que trabajan en paralelo en lugar de colaborar.

2. Fomentar el reconocimiento mutuo

En contextos donde el contacto cara a cara es limitado, es esencial que cada miembro del equipo se sienta visto y valorado. El reconocimiento debe formar parte de una cultura donde el feedback —formal e informal— fluya libremente.

Promover un entorno donde los miembros puedan dar y recibir retroalimentación constructiva, donde sus aportes se reconozcan y donde se sientan útiles y validados es clave. Las personas que se sienten reconocidas se implican más profundamente en el éxito del equipo.

3. Acoger la diversidad de opiniones

Lejos de lo que se suele pensar, un equipo cohesionado no es aquel en el que no hay conflictos. Las diferencias de opinión —bien gestionadas— estimulan la creatividad, aclaran malentendidos y refuerzan la confianza.

Los managers deben aprender a valorar y canalizar estas diferencias. Esto implica desarrollar habilidades en regulación emocional, mediación, retroalimentación cruzada y gestión de la diversidad. También deben propiciar espacios de diálogo abierto y reflexión colectiva, incluso en contextos remotos.

Un equipo que ha atravesado un “buen” conflicto y ha salido fortalecido es un equipo más resiliente, más confiado y con vínculos más sólidos.

Nuevos managers: liderazgo y gestión de equipos

De “hacer juntos” a “ser juntos”: la nueva dimensión humana del trabajo

A medida que la tecnología evoluciona, la dimensión humana del trabajo se vuelve aún más importante. La inteligencia artificial y las herramientas colaborativas pueden aumentar la eficiencia, pero también corren el riesgo de deshumanizar las interacciones. En este contexto, los managers deben crear momentos de verdadera presencia. No basta con organizar reuniones; es necesario diseñar espacios para la conexión auténtica.

La naturaleza misma de la cohesión está cambiando. Antes se vinculaba al trabajo colectivo —“hacer juntos”—. Hoy cada vez más se trata de experiencia compartida —“ser juntos”—. El lugar de trabajo ya no es solo un espacio de producción, sino también un espacio de conexión humana, crecimiento y apoyo mutuo.

El valor estratégico de construir cohesión

La cohesión real no se trata de alcanzar la unanimidad ni de suprimir diferencias. Se trata de crear un entorno donde el desacuerdo pueda expresarse sin romper los lazos del equipo.

En un mundo complejo y desafiante, construir cohesión no es una opción. Es una prioridad estratégica que debe ser cultivada de forma continua.

Los managers que lo logren crearán equipos más resilientes, más innovadores y más capaces de prosperar en medio de la incertidumbre.

El futuro será de las organizaciones que comprendan este cambio y de los managers que sepan liderar con visión estratégica y habilidades humanas.

👉 Haz clic aquí para descargar el Barómetro Internacional Cegos 2025 sobre Nuevos Managers

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Escrito por

Laurence Ballereaud