Formación bonificada: una inversión estratégica para empresas

Mantener la competitividad en el sector empresarial requiere algo más que tecnología y recursos financieros; también es necesario invertir en el talento humano. Y una de las mejores formas para lograrlo es a través de la formación bonificada.
Así que, si estás buscando la forma de potenciar el talento de tus equipos mediante este tipo de formación para empresas, estás en el lugar adecuado. Porque hoy exploraremos qué es, cuáles son sus beneficios y cómo puedes implementarla en tu organización.
¿Qué es la formación bonificada y cómo beneficia a las empresas?
La formación bonificada es un sistema que permite a las empresas recuperar parte del coste de las acciones formativas a través de bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social.
Esta herramienta, gestionada por la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), es fundamental para las organizaciones que desean mantenerse competitivas en un entorno empresarial cada vez más cambiante y exigente.
¿Cómo funciona la formación bonificada?
La formación bonificada está al alcance de todas aquellas empresas que cotizan por la contingencia de formación profesional y el crédito disponibledepende del tamaño de la empresa. Es decir, se calcula según un porcentaje de la cantidad aportada en dichas cotizaciones durante el año anterior.
Este crédito es anual y no acumulable, lo que significa que debe utilizarse en el mismo ejercicio fiscal.
¿Quién puede beneficiarse de la formación bonificada?
Cualquier empresa que cotice en España puede beneficiarse de este sistema, independientemente de su tamaño o sector. Aunque se trata de una herramienta especialmente atractiva para las pequeñas y medianas empresas, ya que les permite potenciar su competitividad sin comprometer su presupuesto.
Pero más allá del ahorro, la formación bonificada ofrece múltiples ventajas a las empresas.
¿Te apetece que las veamos?

- Desarrollo del talento interno: Los empleados formados están más preparados para asumir nuevos retos, lo que impulsa su productividad y aporta valor a la organización.
- Optimización del presupuesto formativo: La bonificación permite acceder a programas de alta calidad sin que represente un coste significativo para las empresas, maximizando así el retorno de la inversión.
- Fidelización del talento: Ofrecer oportunidades de desarrollo mejora la satisfacción laboral, refuerza el compromiso de los empleados y reduce la rotación de personal.
- Cumplimiento de exigencias legales: En sectores regulados, donde se exige formación continua, la bonificación ayuda a cumplir con estas normativas sin tener que hacer una gran inversión.
- Mejora de la competitividad: Los trabajadores con habilidades actualizadas contribuyen a que las empresas se adapten más rápido a los cambios del mercado.
Además, invertir en acciones formativas bonificadas contribuye a consolidar una cultura corporativa orientada al aprendizaje continuo, fortaleciendo el posicionamiento de la organización como empleador de calidad.
Por todo ello, la formación bonificada no es solo un ahorro económico, sino una inversión estratégica para el crecimiento y el éxito de una empresa a largo plazo.
5 pasos para implementar la formación bonificada en tu organización
¿Te gustaría acceder a la formación bonificada, pero no sabes por dónde empezar? A continuación te mostramos el paso a paso para implementarla de manera efectiva en tu empresa:
Paso 1: Identifica las necesidades formativas
Evalúa las áreas de mejora dentro de tu organización, incluyendo tanto las competencias técnicas como las habilidades blandas, como el liderazgo o la inteligencia emocional. Una vez que las tengas identificadas, no olvides alinearlas con los objetivos estratégicos de la empresa.
Paso 2: Escoge un proveedor de formación de confianza
Selecciona una entidad especializada, como Cegos, que ofrezca programas actualizados y adaptados a los distintos roles de tu organización. Contar con un partner experimentado asegura el cumplimiento normativo y la calidad de las acciones formativas.
Paso 3: Gestiona los trámites administrativos
Para beneficiarte de la bonificación, es imprescindible registrar el plan formativo en la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE). Este trámite incluye inscribir los cursos y notificar su realización. Aunque, en algunos casos, la empresa colaboradora es quien se encarga de esta gestión.
Paso 4: Diseña un plan de formación
Para que la formación bonificada tenga el máximo impacto, lo más recomendable es diseñar un plan de formación estructurado y relevante para las necesidades de la empresa. Una vez que se seleccionan los cursos y se inscriben los participantes, el siguiente paso es asegurarse de que la ejecución del plan cumpla con los objetivos planteados.
Paso 5: Aplica la bonificación
Una vez finalizada la formación, llega el momento de recuperar el crédito formativo mediante las bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social. Aunque puede parecer un proceso técnico, seguir los pasos adecuados simplifica enormemente esta gestión.
¿Te gustaría poder disfrutar de todos los beneficios que ofrece la formación bonificada?
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