Sesgos cognitivos en el trabajo: impacto, gestión y mejoras

¿Sabías que los sesgos cognitivos pueden influir hasta en un 70% en las decisiones empresariales?
De hecho, aunque pensemos que nuestras decisiones profesionales son puramente racionales, los estudios demuestran que los sesgos cognitivos pueden distorsionar nuestra percepción de la realidad, impactando significativamente en el rendimiento del equipo y los resultados de la empresa.
Así que, más allá de verlo como una simple curiosidad, debería ser un aspecto en el que todas las empresas pongan foco.
¿Qué es un sesgo cognitivo?
Un sesgo cognitivo es una tendencia sistemática del pensamiento que puede llevarnos a juicios o decisiones erróneas.
O, dicho de otra forma, los sesgos cognitivos son desviaciones de la racionalidad y la lógica provocadas por experiencias personales anteriores, emociones, aspectos culturales o información disponible.
En realidad, los sesgos cognitivos no son más que atajos mentales para procesar la información de manera más rápida. Aunque, a menudo, resultan en interpretaciones inexactas o parciales de la realidad.
Impacto de los sesgos cognitivos en las organizaciones
Como ya hemos dicho al principio de este artículo, los sesgos cognitivos tienen un gran impacto en el funcionamiento de las organizaciones.
En el ámbito del liderazgo empresarial, por ejemplo, los sesgos cognitivos pueden afectar a la toma de decisiones, la evaluación del rendimiento y la estrategia de negocio.
Ya que un líder que no es consciente de sus propios sesgos suele tomar decisiones basadas en información incompleta o en prejuicios personales, lo que puede llevar a grandes errores que repercutan al futuro de la organización.
Pero este no es el único caso en el que los sesgos cognitivos pueden afectar al funcionamiento de una empresa.
Los sesgos cognitivos también interfieren en materia de inclusión laboral, ya que pueden influir a la hora de contratar o promocionar a alguien o, incluso, en la manera en que interactuamos con los compañeros de trabajo.
Lo que puede resultar en una falta de diversidad y un desaprovechamiento del talento causado por los prejuicios inconscientes.
La buena noticia es que conocer la existencia de estos sesgos puede ayudarnos a minimizar su impacto y a fortalecer nuestra inteligencia personal.
Ejemplos y tipos de sesgos cognitivos en las empresas
Los sesgos cognitivos pueden manifestarse de diferentes formas dentro del entorno empresarial. A continuación, te mostramos los ejemplos más comunes en este sentido:
- Sesgo de Confirmación
Este sesgo se refiere a la tendencia de favorecer información o interpretaciones que confirman nuestras creencias o hipótesis preexistentes. En las empresas, esto puede llevar a ignorar datos importantes o feedback negativo, lo que podría ser crucial para la toma de decisiones estratégicas.
- Sesgo de Anclaje
Este tipo de sesgo cognitivo ocurre cuando nos basamos excesivamente en la primera pieza de información que recibimos (el “ancla”) al tomar decisiones. En el contexto empresarial, esto puede afectar a la negociación de precios o la evaluación de ofertas y propuestas.
- Sesgo de Afinidad
El sesgo de afinidad hace referencia a la preferencia inconsciente hacia personas que nos parecen similares a nosotros mismos en términos de antecedentes, experiencias o intereses. Estos “favoritismos” pueden llevar a prácticas de contratación y promoción injustas, limitando la diversidad y la inclusión.
- Sesgo de Grupo
Este sesgo cognitivo tiene lugar cuando las personas de un mismo grupo se conforman con la opinión predominante para mantener la armonía, incluso en caso de estar en desacuerdo. Lo cual puede llevar a la toma de decisiones mediocres y a la supresión de ideas innovadoras.
- Sesgo de Optimismo
Este sesgo se refiere a la tendencia a ser excesivamente optimista, subestimando los riesgos y sobreestimando las probabilidades de éxito en los proyectos y decisiones. En el contexto empresarial, puede llevar a una mala gestión de los recursos y a una falta de preparación para posibles contratiempos.
- Sesgo Conservador
El sesgo conservador hace referencia a la resistencia a cambiar las creencias o estrategias existentes, incluso frente a nuevas evidencias o datos. En las empresas, este sesgo puede llevar a una falta de adaptación y evolución, impidiendo la innovación y el progreso.
- Sesgo de Efecto Halo
El sesgo de efecto Halo se produce cuando una impresión positiva en un área (como la apariencia o el carisma de una persona) influye de manera desproporcionada en nuestra percepción global de la misma. Lo cual puede afectar a la evaluación objetiva de su rendimiento y sus competencias en el lugar de trabajo.
Identificar y comprender estos sesgos cognitivos es crucial para mitigar su impacto y promover un entorno de trabajo más objetivo, justo e inclusivo.
7 buenas herramientas para la gestión de los sesgos inconsciente en el trabajo
La gestión de los sesgos inconscientes es un desafío constante, pero indispensable para garantizar el éxito de cualquier organización. Y, por si eso fuera poco, integrar estos sesgos en la planificación y ejecución de planes de igualdad puede complicar todavía más la cuestión.
Sin embargo, con las herramientas adecuadas, es mucho más sencillo avanzar en esta dirección. Por este motivo, hoy queremos compartir contigo las herramientas más efectivas para conseguirlo:
1 - Formación y Sensibilización
Implementar programas de formación para empresas sobre sesgos inconscientes. Estos programas deben incluir ejemplos prácticos y estrategias para reconocer y manejar estos sesgos.
2 - Herramientas de Evaluación
Utilizar herramientas de evaluación, como encuestas y análisis de datos, para identificar las áreas donde los sesgos inconscientes pueden estar influyendo en las decisiones de la empresa.
3 - Sistemas de Revisión por Pares
Establecer sistemas de revisión por pares en los procesos de toma de decisiones, especialmente en reclutamiento, promociones y evaluaciones, para contrarrestar los efectos de los sesgos individuales.
4 - Fomentar la Diversidad en los Equipos de Trabajo
Crear equipos de trabajo diversos que incluyan personas de diferentes géneros, edades, culturas y antecedentes, puede ayudar a reducir los sesgos grupales.
5 - Feedback y Retroalimentación Continua
Fomentar un entorno donde el feedback constructivo sea una práctica común, puede resultar extremadamente beneficioso para que los empleados tomen consciencia de sus sesgos y aprendan a minimizarlos.
6 - Mentorías y Coaching
Establecer programas de mentoría o coaching empresarial que fomenten el intercambio de perspectivas y experiencias, ayudando a los empleados a comprender y superar sus sesgos inconscientes.
7 - Establecer Protocolos
Implementar protocolos y checklist para garantizar que las decisiones importantes, como las contrataciones o promociones, se tomen de manera objetiva y justa.
¿Te gustaría aprender a trabajar los sesgos para facilitar la inclusión, la equidad y la diversidad en tu empresa?
Gracias a nuestro curso “Sesgo inconsciente” serás capaz de crear un espacio en el que todos se sientan incluidos, respetados y valorados.