El pensamiento creativo, factor de éxito
El entorno global en el que nos movemos demanda de profesionales que marquen la diferencia, lo cual requiere por parte de las compañías iniciativas que permitan que ese tipo de pensamiento fluya. ¿Estás dispuesto a asumir el reto?
La creatividad es una de las habilidades mejor valoradas en un empleado. Así lo expuso el Foro Económico Mundial, que la situó en el Top3 de competencias más demandadas en 2020 por las empresas, justo por detrás de la capacidad resolutiva y el pensamiento crítico. Ahora bien, ¿tenemos claro qué significa el término?
Pensamiento divergente
En el diccionario hay dos definiciones que lo resumen perfectamente. La primera hace referencia a la “capacidad de producir nuevos productos y nuevas asociaciones entre ideas y conceptos existentes para resolver problemas de una manera nueva”, mientras que la segunda explica que se trata de la “capacidad para encontrar la solución óptima a un problema por medio de la combinación de elementos, conocimientos y técnicas de forma nueva e imaginativa”. Ambas se relacionan con el pensamiento divergente, aquél que reta a quienes lo poseen a salir de su zona de confort sistemáticamente, una cualidad que obviamente requiere por parte del empleado tomar cierta distancia de las tareas más rutinarias y tomarse un tiempo para encontrar soluciones innovadoras a los retos planteados.
Para ser creativo también hacen falta grandes dosis de curiosidad y ganas de aprender. Viajar, la lectura y los juegos suelen favorecer que el pensamiento creativo, divergente o disruptivo fluya, de ahí que muchas empresas hayan probado distintas dinámicas de gamificación en su seno. Salir de la zona de confort también significa asumir riesgos –sopesándolos mínimamente antes, está claro-, así como perder el miedo al fracaso, una idea muy arraigada a nuestra cultura que cabe superar cuanto antes para poder seguir avanzando. Al fin y al cabo, quien no arriesga no gana.
Alicientes necesarios para fomentar el pensamiento creativo
La confianza en uno mismo y la pasión por lo que unohace, así como la visión de futuro, también nos acerca al pensamiento creativo,pero… ¿qué debe hacer la empresa para que este tipo de actitudes fluyan en elentorno de la compañía? Para empezar, debe plantear retos de forma continua a suscolaboradores para darles un aliciente extra que les aleje de aquellas tareasmás automatizadas que restan pasión y motivación a su día a día.
La empresa también debe animar a sus empleados a pensar “out of the box” o, lo que es lo mismo, a ir más allá de los convencionalismos o de lo que hasta la fecha se ha hecho de una forma determinada. Esto implica empoderarles a la hora de proponer soluciones, practicar la escucha activa y promover el trabajo en equipo, aquel que permitirá que los empleados debatan entre sí hasta dar con la mejor solución, dando como resultado un auténtico proceso de cocreación, muy en línea con los entornos laborales cada vez más colaborativos.
Cuando, además de innovadora, una idea sea eficaz, los mandos deberán reconocer el trabajo de los artífices e incluso hacerles partícipes de su implementación, algo que no solo hará que el empleado se sienta valorado, sino que también redundará en una mayor satisfacción y engagement. Porque sí, la predisposición del empleado hace mucho a la hora de encontrar soluciones innovadoras, pero si desde la empresa no se fomenta que haya espacios para que este pensamiento fluya, no habrá mucho que hacer. Sino que se lo digan a los trabajadores de Google, una de las empresas más reputadas a nivel global, que dedican en torno a un 20% de su jornada laboral actividades de innovación.