Onboarding de equipos dispersos

29/06/2020

La incorporación de nuevos empleados sigue siendo una función clave en la gestión de personas de las organizaciones. Ahora bien, ¿cómo podemos aseguraros de que este reclutamiento y posterior desembarco sea exitoso en tiempos de confinamiento y trabajo en remoto?

En estos momentos, donde ya nos hemos habituado a términos como ‘cuarentena’, ‘confinamiento’ y ‘teletrabajo’, las empresas deben sumar a las necesidades habituales del negocio otras surgidas en el entorno que nos ocupa. Estas necesidades hacen que la maquinaria no pueda parar y la incorporación de nuevos empleados sigue siendo una prioridad a la que no deben dar la espalda. ¿Qué ocurre, sin embargo, cuando este onboarding se produce en un equipo temporalmente disperso? Esta es una realidad que ya no solo ocurre en multinacionales cuyas plantillas estén geográficamente dispersas, sino también ahora, en tiempos de trabajo remoto.

Las empresas deben dedicar tiempo y recursos a la fase de onboarding de sus nuevos colaboradores. Se trata de una fase en la que se promueve que el nuevo empleado se adapte cuanto antes a la cultura corporativa y a las dinámicas de la empresa, a partir de una información veraz, unos procedimientos claros y estandarizados y, si procede, de la asignación de un tutor o mentor que le acompañe en su desembarco durante un tiempo determinado. Se trata de una etapa clave en tanto que, según un reciente estudio de LinkedIn, el 4% de los nuevos empleados abandona su puesto después de un primer día desastroso y el 22% de la rotación se produce durante los primeros 45 días.

Acogida virtual de equipos dispersos

Onboarding de equipos dispersos

En este momento, la seguridad durante el proceso de selección y posterior acogida del nuevo empleado debe ser prioritaria. Por suerte, las nuevas tecnologías y un entorno de trabajo cada vez más interconectado, hace que hoy en día contemos con herramientas digitales que lo hacen posible. Así, esta fase puede realizarse a través de una web de empleo donde, además de las vacantes, los propios empleados revelen los beneficios sociales de los que gozan o se haga un tour virtual por las instalaciones y departamentos de la empresa, o de unas redes sociales que hagan hincapié en su Employer Branding.

Posteriormente, la fase de selección propiamente dicha puede articularse a través de videollamadas y chatbots y, unos días antes de la incorporación, facilitar vía mail la documentación relativa a nóminas, procedimientos, objetivos, etc. Una vez incorporado el nuevo integrante de la plantilla, es interesante brindarle formación online, orientación y feedback a través de videoreuniones. El acompañamiento, aunque remoto, continúa siendo clave para promover el máximo fit empleado-empresa.

Crear equipos en remoto

Incorporar trabajadores remotos es un desafío en sí mismo y ahora, cuando casi casi la mitad de las empresas han optado por mantener su actividad o producción durante la crisis del Covid-19, aplicando medidas de reestructuración organizativa como el teletrabajo, dotar al onboarding de un carácter estratégico se torna más importante que nunca. En esta cruzada hay compañías como Generalli que, tras haber tenido que seguir incorporando e integrando profesionales a la plantilla de manera remota, aportaba recientemente en su blog algunos consejos para adaptar el onboarding al teletrabajo.

Entre ellos, la importancia de una bienvenida face-to-face a través de videoconferencia del nuevo colaborador, un método que junto a un software de mensajería interna, servirá también para orientarle los primeros días y para que este conozca al resto de la plantilla.

Los recorridos virtuales por las oficinas o los vídeos 360 servirán asimismo para ver a sus compañeros en acción y reducir la sensación de aislamiento. Otras medidas pasan por marcar horarios, especialmente en el caso de las compañías internacionales y multinacionales, y comunicarle las expectativas que la empresa y su responsable tiene en torno a su trabajo. Esto, para Generali, implica “tener claros los valores corporativos, los objetivos del equipo y los individuales, así como establecer plazos para las revisiones e hitos de cada proyecto”. Por último, concluye, “como gestores de Personas, debemos asegurarnos que el nuevo empleado se sienta integrado en el equipo, y es por ello que es esencial programar videoconferencias con los compañeros de trabajo para favorecer sinergias”.