Si uno de tus objetivos es hacerte “famoso” en redes o simplemente lograr que tu marca se vea más en Instagram, puede ser tentador pagar para conseguir los primeros 200 seguidores.
Comprar seguidores, con la promesa de “reforzar” tu presencia online, suele ser relativamente barato y suena bastante atractivo. Pero si fuera tan fácil hacerse popular en Instagram, seguramente mucha más gente lo haría. Entonces, ¿por qué no? ¿Comprar seguidores es seguro, legal y rentable para tu negocio?
En este artículo veremos algunas claves para que aclares tus dudas.
¿Deberías comprar seguidores en Instagram?
No, no es una buena idea comprar seguidores en Instagram. Los seguidores comprados suelen ser, en su mayoría, bots (cuentas automatizadas) o cuentas inactivas y, por lo mismo, no van a generar interacción real con tu marca. Eso significa que tus publicaciones no tienen más probabilidades de aparecer en el feed de tu audiencia real. Además, se te va a complicar tener métricas claras sobre qué tan bien te está yendo en redes.
Estás comprando seguidores falsos en Instagram
La razón principal por la que comprar seguidores puede terminar siendo dinero tirado es que esas cuentas que te siguen no son reales. Incluso si al principio te dejan algún “like” o algo de movimiento, eso se apaga rápido. Y ahí viene el problema: tu rendimiento en Instagram se ve mal de verdad muchos seguidores, pero pocos “likes” y comentarios.
La interacción lo es todo
¿De qué te sirve tener 10.000 seguidores si no interactúan con tu marca? El nivel de interacción es clave para el algoritmo de Instagram. O sea: mientras más interacción tenga una publicación, más probabilidad hay de que se muestre mejor posicionada en los feeds. Si no tienes seguidores reales, tu contenido se queda escondido para casi todos… excepto para esa “audiencia” comprada.
Además, ese público comprado no va a compartir tus publicaciones ni a hablar de tu marca con amigos o familia porque, en realidad, son cuentas automatizadas que no existen.
El público comprado te distorsiona las métricas
Es prácticamente imposible medir cómo se relaciona tu audiencia con tu marca si una parte importante no es real. Y si no sabes cuál es el rendimiento real de tus publicaciones, no puedes sacar conclusiones sobre lo que tu audiencia real piensa de verdad.
Tampoco vas a convertir seguidores falsos en clientes reales. Entonces, ¿para qué comprar seguidores, si no te va a aumentar las ventas?
Y algo importante: cuando compras seguidores en Instagram, no estás comprando seguidores “de calidad”. Estás pagando por un número. Y como el algoritmo de Instagram está mucho más conectado con la interacción (y no con el total de seguidores), comprar audiencia no es una solución a largo plazo. En realidad, no es una solución, punto.
Mejor usa ese dinero (el que gastarías comprando seguidores) para enfocarte en construir relaciones reales con tu audiencia. Si tu contenido genera interacción auténtica, tus seguidores de verdad van a recomendar tu marca, tu perfil y lo que ofreces, sin necesidad de pagar por ello.
