La gestión por competencias, clave para la competitividad del negocio

08/02/2022

Identificar en qué competencias destaca cada uno de los colaboradores es clave para la correcta distribución de proyectos empresariales a los que se debe enfrentar el equipo en su día a día. La posibilidad de agrupar a los empleados, cuyas competencias puedan complementarse a la perfección para un determinado proyecto y diseñar planes de formación y desarrollo enfocados a consolidar y ampliar dichas habilidades, será la base de una gestión empresarial por competencias efectiva. La optimización de esas competencias, en pos del negocio también es un factor en torno al que las compañías deberían reflexionar. Competencias como el liderazgo, la flexibilidad, la orientación a resultados, la gestión del cambio, etc. son claves, pero identificarlas y potenciarlas en nuestros empleados a base de formación y desarrollo, es todavía más importante si queremos que su desempeño se alinee al máximo con la misión y visión del negocio.

Gestionar por competencias es reconocer el mérito

gestión por competencias

Este sistema de gestión servirá, asimismo, para trazar un mapa competencial de los activos personales de la empresa, esto es, de las fortalezas de cada uno de los empleados, para luego, distribuir y delegar las tareas en función de ese potencial. Ya no se trata de una gestión por objetivos, donde los hitos eran comunes entre la mayor parte del equipo, sino de otra en el que se atiende a las particularidades de cada persona, trazando un plan de acción (atribución de objetivos, planes formativos y de desarrollo) personalizado para que cada uno dé lo mejor de sí mismo. A este objetivo, también contribuirá el hecho de que, una vez detectadas las competencias o fortalezas de cada colaborador, a este, se le explique exactamente qué se espera de él/ella y cómo debe llevar a cabo cada una de sus tareas.

Una gestión de personas basada en las competencias, se asemeja también a una gestión basada en el reconocimiento al mérito de las personas o meritocracia, mucho más justa y transparente que otras formas de gestión.

Gestionar por competencias se traduce en una mayor productividad

Si la empresa asigna las tareas o proyectos en función de las fortalezas de cada uno favorecerá que el empleado se sienta valorado, lo que incrementará sus índices de motivación, compromiso y satisfacción laboral, algo que redundará, a su vez, en un mejor clima organizacional y un menor índice de rotación. Si, por otro lado, se forma a los empleados en aquellas competencias en las que tienen un mayor margen de mejora, el desempeño de esos empleados mejorará, algo que redundará en un menor riesgo de errores y, por consiguiente, una mayor productividad del equipo y del negocio, en general.

Otra de las ventajas de la gestión por competencias es que, una vez esclarecidas las habilidades clave de una función o puesto de trabajo, el proceso de selección de nuevos empleados se agilizará sobremanera. De la misma manera, tener identificadas las competencias del equipo, favorecerá poder cubrir esos nuevos puestos a través de la promoción interna de los empleados con los que ya cuenta la empresa.

La gestión por competencias, optimiza por igual la gestión de personas que ya forman parte de la plantilla como los procesos de selección que se deban abordar en el corto plazo. Ahora bien, si quieres saber de qué manera seguir capacitando a tus empleados para sacar el máximo partido a este tipo de gestión, consulta qué soluciones de formación y desarrollo de los empleados ponemos a tu alcance.