¿Te gustaría aumentar la motivación de tus empleados, mejorar la retención del talento e incrementar el rendimiento de tu negocio sin que los costes fijos de tu empresa se vean alterados?
Si estás asintiendo con la cabeza, te recomendamos que sigas leyendo.
Pues en este artículo analizaremos profundamente el concepto de retribución variable, una herramienta esencial en la gestión del talento y el rendimiento empresarial.
¿Qué es la retribución variable?
La retribución variable, también conocida como pago por desempeño, es una parte del salario que no está garantizada y que varía según el cumplimiento de ciertos objetivos o metas establecidas por la empresa.
Es decir, a diferencia del salario fijo, este tipo de retribución no es un monto constante, sino que depende de factores como el rendimiento individual, el logro de objetivos o, incluso, de indicadores de rendimientodel negocio como las ventas, la rentabilidad o la calidad del servicio al cliente.
Beneficios de la retribución variable
La retribución variable se ha convertido en una herramienta estratégica en la gestión de recursos humanos y en la política salarial de muchas empresas.
Un hecho que no es de extrañar si tenemos en cuenta que este enfoque de compensación ofrece grandes beneficios tanto para las organizaciones como para sus empleados, como, por ejemplo:
- Aumento de la Motivación
La retribución variable está directamente relacionada con el desempeño y los resultados alcanzados. Lo cual incentiva a los empleados a esforzarse más, ya que ven un vínculo directo entre su rendimiento y su compensación.
- Mejora del Rendimiento de la Empresa
Cuando los empleados están motivados, la productividad y la eficiencia aumentan. Lo que conduce a una mejora del rendimiento general de la empresa, especialmente cuando los objetivos de retribución variable están alineados con los objetivos estratégicos de la empresa.
- Flexibilidad Financiera
La retribución variable permite a las empresas ajustar los costes de personal a su rendimiento financiero. Lo que significa que, en tiempos de dificultades económicas o períodos de menor ingreso, sería posible reducir el gasto en salarios sin tener que recurrir a medidas extremas (como los despidos).
- Retención del Talento
Los programas de retribución variable son un factor clave para retener a los empleados de alto rendimiento, ya que este tipo de retribución permite premiar a los empleados más eficientes y talentosos, que a menudo tienen múltiples opciones de empleo sobre la mesa.
- Mayor Satisfacción Laboral
Este tipo de retribución fomenta una cultura organizacional donde el mérito y el reconocimiento son elementos centrales. Lo que conlleva un aumento de la satisfacción de los empleados, que ven recompensados sus esfuerzos en la parte variable de sus nóminas.
- Alineación de los Objetivos Empleado - Empresa
La retribución variable es una gran herramienta para alinear los objetivos personales de los empleados con la estrategia global de la empresa. Esto asegura que todos persigan las mismas metas, aumentando la cohesión de equipos y la eficiencia en toda la organización.
Como ves, la retribución variable puede ser un componente muy valioso en el esquema de compensación de una empresa.
Ejemplos de retribución variable
A la hora de implementar una política de retribución variable debemos tener en cuenta las modalidades que existen y valorar la opción que mejor se ajuste a los objetivos de la empresa en cada entorno de trabajo.
Entre los diferentes tipos de retribución variable encontramos:
Bonos por Desempeño
Los bonos basados en el rendimiento son quizás el ejemplo más clásico de retribución variable. Estos pueden ser anuales o trimestrales y suelen estar vinculados al cumplimiento de objetivos individuales o colectivos de la empresa. Estos incentivos motivan a los empleados a alcanzar metas específicas, contribuyendo así al éxito general de la organización.
Comisiones de Ventas
Las comisiones de ventas, un recurso ampliamente utilizado en el área comercial, se calculan como un porcentaje de las ventas realizadas por un empleado o equipo. Este tipo de retribución variable incentiva directamente el rendimiento y es ideal para aquellos roles en los que la generación de ingresos es un indicador clave de éxito.
Participación en Ganancias
Este modelo de retribución variable implica compartir una parte de las ganancias de la empresa con los empleados. Además, la participación en ganancias no solo recompensa a los empleados por sus contribuciones al éxito de la empresa, sino que también fomenta el sentido de pertenencia y el compromiso con los objetivos corporativos.
Bonos por Logro de Proyectos Específicos
Estos bonos se otorgan cuando se alcanzan o superan los objetivos de un proyecto específico y resultan especialmente efectivos para fomentar la colaboración y el esfuerzo colectivo.
Planes de Opciones sobre Acciones
Los planes de opciones sobre acciones ofrecen a los empleados la oportunidad de comprar acciones de la empresa a un precio reducido. Este tipo de retribución vincula directamente el éxito financiero del empleado con el de la empresa, fomentando la lealtad y el compromiso a largo plazo.
Bonos por Eficiencia
En algunos casos, se otorgan bonos a los empleados o equipos que logran reducir significativamente los costes y mejorar la eficiencia en sus áreas de trabajo. Este tipo de retribución variable promueve la innovación y la búsqueda continua de métodos más eficientes para realizar las tareas y procesos.
Reconocimientos Especiales
Además de los incentivos monetarios, la retribución variable puede incluir reconocimientos especiales como viajes, premios o actividades de teambuilding. Estos reconocimientos pueden ser muy efectivos para motivar a los empleados y mejorar su satisfacción laboral.
En cualquier caso, elijas la opción que elijas, es importante conocer cuáles son los pasos a seguir para implementar un modelo de retribución variable de manera efectiva.
7 pasos para implantar un plan de retribución variable para fidelizar el talento
Como ya hemos mencionado antes, la retribución variable es una gran herramienta para retener el talento en las organizaciones. A continuación, te mostramos los pasos que debes seguir para conseguirlo:
1 - Definir Objetivos Claros
El primer paso es determinar qué se quiere lograr con el plan de retribución variable, ya sea aumentar la productividad, mejorar la calidad del trabajo, fomentar la innovación o potenciar la colaboración dentro de los equipos. Es importante recalcar que estos objetivos deben estar alineados con los objetivos generales de la empresa.
2 - Establecer Criterios de Elegibilidad
Define quiénes serán elegibles para recibir la retribución variable. ¿Será para todos los empleados o solo para ciertos roles o niveles dentro de la organización? La claridad en este aspecto es crucial para evitar malentendidos o percepciones de injusticia.
3 - Fijar los Indicadores de Rendimiento
Selecciona los indicadores clave de rendimiento (KPI) que se utilizarán para medir el éxito del empleado y, por ende, el derecho a percibir la retribución variable. Estos indicadores deben ser justos, medibles y directamente relacionados con las responsabilidades del empleado.
4 - Diseñar la Estructura del Plan
Decide qué forma tomará la retribución variable. Es decir, elige el tipo de compensación que mejor se adapte a los objetivos de la empresa y las expectativas de los empleados.
5 - Comunicar el Plan
La comunicación es esencial para el éxito del plan. Todos los empleados deben entender cómo funciona, cómo pueden calificar para obtener la retribución y de qué forma sus acciones pueden influir en los resultados.
6 - Implementar Herramientas de Seguimiento
Pon herramientas para rastrear el rendimiento y consultar el monto de la compensación a disposición de los empleados. Esto puede incluir un software de gestión del rendimiento, hojas de cálculo o cualquier otro sistema que permita realizar un seguimiento preciso y transparente del proceso.
7 - Revisiones y Ajustes
Los objetivos empresariales pueden cambiar según el momento y las demandas del mercado, por lo que es necesario revisar el plan regularmente para que siga siendo relevante, justo y efectivo en el logro de sus objetivos.
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