Cómo evitar el Absentismo Laboral en las empresas

14/10/2019

El absentismo laboral ha crecido 3 décimas en el último trimestre y causa pérdidas económicas a la empresa. ¿Qué factores lo causan? ¿Qué pueden hacer las compañías para revertir este fenómeno?

absentismo laboral

Si nuestro trabajo no nos satisface, nuestro día a día no nos motiva suficiente, no nos sentimos reconocidos por nuestros superiores o vivimos en una constante situación de estrés, es probable que levantarse de la cama para ir a trabajar se convierta en una verdadero suplicio más de un día o de dos. Hay quienes se arman de valor y acuden a sus lugares de trabajo, pero también quienes sucumben a la tentación de quedarse en casa sin una causa aparente o, lo que es lo importante, justificada. Todo ello al margen de otras causas justificadas, como las bajas médicas o incapacidades temporales; que también impiden que el trabajador acuda a su lugar de trabajo puntualmente.

En los foros de RRHH ambos supuestos se engloban bajo la denominación ‘absentismo laboral’, un fenómeno que impacta de lleno en la productividad empresarial y causa pérdidas en torno a los 80.000 millones de euros al año a las empresas españolas. Esta es una cifra que se calcula principalmente atendiendo el grueso de productos o servicios que dejan de estar listos debido a la falta de personal, aunque los costes organizativos y las soluciones a incorporar para cubrirla (sustituciones, cambios de turnos, formación, sobrecargas de trabajo, etc.) elevan todavía más las pérdidas de la empresa.

Más de un millónde ausencias diarias

Este mes de septiembre Randstad Research hacía público su Informe Trimestral sobre el Absentismo Laboral, que analiza la ausencia del profesional de su puesto de trabajo durante el primer trimestre de 2019 a partir de los datos de la Encuesta Trimestral de Costes Laborales del Instituto Nacional de Estadística (INE). En él, la consultora exponía cómo, durante los tres primeros meses del año, más de un millón de profesionales faltó a su puesto de trabajo cada día. De ellos, un 26,4% lo hizo sin causa justificada. El absentismo laboral supuso así la pérdida de más de 450 millones de horas trabajadas de ese periodo, lo que se traduce en el 5,2% del total de horas pactadas entre empleado y empleador, una cifra que aumentó un 0,3% respecto al trimestre anterior.

Aunque durante los años de más crisis económica los empleados se ausentaban menos de sus lugares de trabajo por el ‘efecto miedo’ de perderlo, en los últimos tres años la cifra ha vuelto a escalar posiciones. Desde la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo en 2018 hablaban de dos rankings en lo que a causas del absentismo laboral se refiere, diferenciando entre las que destacaban por el número de procesos y las que lo hacían por la duración del proceso de baja. Así, en el primer grupo encontrábamos las enfermedades del sistema osteo-mioarticular y trastornos musculo-esqueléticos, que representaban el 23,3% de las bajas, seguidas por enfermedades respiratorias (15,1%), lesiones y envenenamientos (10,8%), síntomas, signos y estados mal definidos (9,8%), enfermedades infecciosas y parasitarias (8,7%). Las enfermedades óseas o musculares eran causa asimismo de las incapacidades temporales más duraderas, siendo causa del 34% de ellas, seguidas de los trastornos mentales, de comportamiento o desarrollo neurológico (13,3%), lesiones y envenenamientos (13%), neoplasias (6%) y síntomas, signos y estados mal definidos (6%).

Cómo atajar el problema del absentismo laboral

Conscientes del problema que representan estas cifras para el mercado laboral, el portal Talent Street ofrecía hace apenas unas semanas seis estrategias para incrementar la motivación y reducir así el absentismo laboral. ¡Toma nota!

  1. Facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar.
  2. Fomentar la participación en el proceso de toma de decisiones, delegando en el empleado y empoderándolo.
  3. Reconocer los logros del trabajador y proporcionarle opciones reales de desarrollo.
  4. Fomentar el compromiso afectivo con la empresa, a través de dinámicas grupales como el trabajo en equipo, jornadas de asesoramiento y coaching, Team Building, etc.
  5. Integrar en la cultura corporativa la cultura emocional para despertar el compromiso de las personas y promover su bienestar.
  6. Fomentar la colaboración entre empleados para generar una interdependencia positiva y conseguir un mayor sentimiento de satisfacción y pertenencia.