Nuria Jiménez, consultora de Cegos, publica una reflexión sobre los 7 hábitos en la revista Focus RH

26/03/2014

revista-focus-rh“Siembra un pensamiento y cosecharás una acción; siembra una acción y cosecharás un carácter; siembra un carácter y cosecharás un destino”. Esta célebre cita de Samuel Smiles resume, a la perfección, el espíritu del programa de desarrollo “Los 7 Hábitos de las Personas Altamente Efectivas”, basado en el bestseller internacional del mismo nombre, escrito por Stephen Covey, traducido a 38 idiomas, y con más de 20 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo.

Así empieza el artículo que Nuria Jiménez ha escrito sobre su experiencia como formadora en los 7 hábitos de las personas altamente efectivas. Los hábitos son poderosos, guían nuestra vida en gran medida y determinan nuestro nivel de efectividad o inefectividad. Todos estamos de acuerdo en que es conveniente generar hábitos efectivos para conseguir los mejores resultados, adecuados a nuestros fines y sostenibles en el tiempo, tanto en nuestra vida profesional como en la personal. Para generar un hábito es necesaria la consideración simultánea de tres aspectos: el conocimiento (qué hacer, y por qué hacerlo), la habilidad (cómo hacerlo) y el deseo (querer hacerlo).

 Los 7 habitos de los personas altamente efectivas 

Si falla uno de estos elementos no se generará el hábito. Por ejemplo, sabemos que tenemos que comer sano y por qué, también sabemos cómo hacerlo y, sin embargo, muchas veces no lo hacemos, por falta de motivación (falla el deseo). Otro ejemplo: sé en qué consiste el trabajo en equipo, me motiva trabajar con los demás y quiero hacerlo, pero no sé cómo trabajar en equipo (falta la habilidad).

En nuestra vida diaria, tenemos unos hábitos adquiridos a lo largo del tiempo que, de manera inconsciente, guían nuestra conducta. Si estos hábitos no son los adecuados, nuestra conducta tampoco lo será y, por tanto, nuestros resultados serán, evidentemente, susceptibles de mejora. Si queremos mejorar nuestros resultados, tenemos que estar dispuestos a cuestionar estos hábitos, ser conscientes de la necesidad del cambio y de la efectividad de este: “Nada cambia si yo no cambio. Yo he cambiado, por lo tanto, todo ha cambiado”.

La incorporación de nuevos hábitos requiere, además, de esfuerzo, constancia y disciplina antes de que formen parte de nosotros y los llevemos a cabo de manera automática. El modelo de los 7 hábitos de las personas altamente efectivas ayuda a cuestionar los paradigmas, es decir, “a ver de forma diferente” (el mundo, las personas cercanas, el entorno personal y profesional, etc.), y éste es el primer paso hacia la concienciación de la necesidad del cambio personal. Los resultados que obtenemos en nuestra vida o nuestra actividad dependen de lo que nosotros mismos hacemos, y lo que hacemos depende de la visión que tenemos del mundo que nos rodea, es decir, de nuestros paradigmas. Si estos cambian, cambiará también nuestra forma de actuar y, por tanto, los resultados finales.