¿Qué políticas retributivas demandan las nuevas generaciones?

14/09/2020

Millennials (nacidos entre 1983 y 1994) y Centennials (a partir de 2000) conformarán la mayoría de la fuerza laboral en apenas cinco años. ¿Qué tipo de beneficios y políticas retributivas demandan estas nuevas generaciones?

Conocer las expectativas de Millennials y Centennials, o Generaciones Y y Z, en cuanto a salario, pero también en cuanto a la propuesta como marca empleadora es clave para asegurarse el compromiso de dos generaciones que, en términos generales, esperan de su entorno laboral un lugar flexible y retador, donde se fomente el trabajo colaborativo y el desarrollo y donde se permita dar salida a su creatividad, espíritu crítico y conciencia social. Según recientes estudios, entre la mitad y tres cuartas partes de los unos y los otros señalan las recompensas y beneficios financieros como “muy importantes”, pero por delante de estos factores señalan otro más: una cultura de trabajo positiva. Un notable porcentaje citaron asimismo la flexibilidad como “muy importante”, un dato que explica que la falta de flexibilidad fuera la razón detrás del 35% de jóvenes que planea dejar su puesto de trabajo a corto plazo.

Comprometidos socialmente

políticas retributivas

Ya en 2016, LinkedIn se hacía eco de que los Millennials cambiaban una media de cuatro veces de empleo antes de los 32 años -el doble que sus antecesores, que solo cambiaban una media de dos en los 10 años posteriores a graduarse-. Esta generación, que según revela el estudio que la Cátedra de Empresa Familiar del IESE llevó a cabo entre 2017 y 2019, están altamente formados y digitalizados, son firmes impulsores del bien común y están muy comprometidos con la empresa familiar y con la familia, busca en sus empleadores valores afines a su filosofía de vida. Solo así se identificarán con el propósito de la empresa, sintiéndolo como propio y remando a favor del negocio.

La preocupación por el impacto social y medioambiental de la empresa también es algo que valoran en especial los jóvenes, sobre todo a raíz de la crisis del COVID-19, que ha removido conciencias especialmente en ellos. Esta nueva generación, tal y como recoge otro reciente informe del Centro de Investigación Pew, es más empática y ansiosa tras iniciarse la crisis sanitaria global que estamos atravesando. El estudio reseña asimismo otros hechos históricos que también marcaron a los jóvenes de generaciones anteriores, tales como la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial, los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York o la crisis de 2008. Ahora, es sobre todo la Generación Z la que más afectada se ha visto por la destrucción de empleo asociada a la pandemia. Y todo ello en un momento clave para cualquier persona como es el desembarco en el mundo laboral. El Centro Pew también anima a las empresas a acompañar a los jóvenes a la hora de recuperar la normalidad y, de paso, aumentar su compromiso y motivación. En concreto, se centra en tres áreas como son el desarrollo de habilidades, la gestión del estrés y el desarrollo de la inteligencia emocional.

Políticas retributivas: más allá del salario

El estudio Universum Most Attractive Employers recogía este mes de mayo qué es aquello que los jóvenes más valoran en el tejido empresarial al que accederán tras finalizar sus estudios. La muestra estuvo conformada por más de 30.000 estudiantes de Educación Superior españoles. Así, la encuesta revela que las expectativas salariales de los universitarios han disminuido ligeramente respecto al año pasado, situándose en torno a 21.662 euros brutos anuales en su primer trabajo. Llama la atención la diferencia entre las aspiraciones de ellos (24.536 euros) y ellas (19.247 euros), una brecha que se reduce solamente en los ámbitos Informática y Humanidades. Los más jóvenes también esperan una mejor conciliación entre su vida profesional y personal y un ambiente de trabajo dinámico y creativo donde, además, se ponga a su alcance opciones de formación y desarrollo profesional. Entre los atributos que estas nuevas generaciones valoran especialmente en sus marcas empleadoras destacan la estabilidad, la igualdad y la seguridad; la conciliación, la ética, un buen salario y el compromiso con la diversidad y la inclusión, y un liderazgo que les inspire y les apoye en su desarrollo.