El offboarding, clave para la reputación empresarial

20/01/2020

Que un empleado decida dejar la empresa a priori puede ser un mazazo, pero pararse a escuchar las motivaciones que le han llevado a hacerlo puede ser beneficioso para la empresa, quien puede detectar puntos débiles en sus políticas de Employer Branding, ahí radica la importancia de un buen offboarding.

No es ningún secreto que buena parte de la estrategia que acometen los departamentos de RRHH actualmente se centra en la atracción, selección y fidelización del talento. Bien es sabido que un empleado satisfecho y comprometido es un empleado más productivo, pero… ¿cuidan igualmente las compañías la desvinculación de sus empleados, ya se deba a una baja voluntaria, a la decisión de prescindir de sus servicios o a su jubilación?

Muchos foros insisten en que la empresa debe cuidar el Employee Journey de principio a fin, esto es, desde que un posible candidato tiene un primer contacto con la compañía a través de su página web o de su portal de empleo, hasta el momento en que, una vez seleccionado, incorporado, formado, desarrollado y fidelizado, se avecina el fin de su relación con la empresa. Este último paso suele ser un tanto desagradable, sobre todo si ha sido la compañía la que lo ha propiciado, pero no por ello debe dejarse nada al azar. Una vez más, la planificación será el elemento que marque la diferencia a la hora de acometer este proceso.

Escuchar al empleado

offboarding

Si es el empleado quien decide causar baja en la empresa, esta no debería dejarse llevar por reproches insanos, sino escuchar qué motivos le han llevado a dar el paso. Este ejercicio de escucha activa reportará dos ventajas: por un lado, detectar posibles brechas y puntos a mejorar en la estrategia de Employer Branding, algo de lo que a su vez se beneficiará el resto del equipo. Por el otro, si evitamos que la desvinculación del trabajador se lleve a cabo de forma traumática, nos aseguraremos que su opinión de la compañía, bien en foros íntimos (familiares y amigos) bien en foros públicos (web de la empresa, futuras entrevistas laborales...) sea positiva, algo que redundará en la imagen y reputación de la misma.

Si es la empresa la que decide prescindir del empleado, deberá redoblar esfuerzos para que el momento sea lo menos violento posible. Un despido se puede deber a motivos como el cierre del negocio, una reestructuración interna, pérdida de beneficios, cambios en las necesidades productivas o un problema concreto con el profesional en cuestión, pero sea cual sea el motivo, la empresa debe planificar aspectos como quién interviene en la comunicación, en qué momento se procederá  a ello, cómo se abordará el relevo o reparto de las funciones que hasta ahora cumplía el colaborador, cómo comunicar qué equipos o material debe devolver a la compañía, qué tipo de apoyo emocional y jurídico se le prestará, etc.

Acompañamiento durante el proceso de Offboarding

De todos los factores explicados anteriormente dependerá que los exempleados de una compañía sigan siendo unos excelentes embajadores de marca, sea cual sea el motivo que ha originado el fin de la relación contractual. En ese sentido, varios estudios revelan que las compañías con una buena imagen de marca reciben el doble de solicitudes de empleo de las que tienen una reputación negativa, con lo que el esfuerzo vale la pena.


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Entre los pasos a dar a la hora de afrontar con éxito un proceso de offboarding destacan:

  • Escoger un lugar agradable e íntimo, libre de interrupciones, para comunicarle la decisión.
  • Dedicar a la reunión el tiempo suficiente (al menos media hora) para que ambas partes puedan expresarse sin sentirse presionadas.
  • Ser claro y conciso en las explicaciones que se le dan al empleado, así como responder todas las dudas que le genere su inminente desvinculación.
  • No culpabilizar de posibles fracasos empresariales al colaborador: este no es el momento. En cambio, sí se pueden repasar los logros conseguidos durante su estancia y, por qué no, las áreas en las que el gestor de RRHH cree que tiene opciones de desarrollarse más.
  • Mostrarse cercano y conciliador. No es un momento agradable, así que mostrar empatía puede marcar la diferencia.
  • Ofrecerse como avalista en el caso de que el empleado necesite referencias en futuros procesos de selección.